BANCO DE GERMOPLASMA DE CACAO: Una gran idea para conservar la biodiversidad de nuestro cacao venezolano

La preservación del germoplasma tuvo sus inicios en el año 1930 con Nicolai Vavilov, científico ruso que realizó expediciones en búsqueda de nuevos recursos vegetales para el mejoramiento de cultivos.

Vavilov identificó ocho centros de origen de la agricultura a nivel mundial y señaló la importancia de los parientes silvestres de las plantas cultivadas debido a la gran diversidad genética que guardan, la cual puede ser aprovechada para el fitomejoramiento. 

La región central del continente americano la definió como uno de los centros que ha aportado importantes plantas cultivadas al mundo, como el maíz, el algodón, la lechoza, el cacao y otras importantes especies. En sus palabras: “Este centro de diversidad sin el uso de la agricultura de riego, tiene una sorprendente concentración de diversidad específica y varietal de plantas cultivadas. Una parte muy considerable de recursos vegetales del globo terrestre le debe su origen a esta parte de América”

Explicado de manera sencilla, un Banco de Germoplasma es un sitio para preservar material biológico, cuyo objetivo es la conservación de la biodiversidad a largo plazo; es decir, material vegetal vivo, reproducible, que trascienda en el tiempo y que sobreviva a eventos destructivos. Son recintos diseñados para evitar que se pierda para siempre la diversidad genética, ya sea por efecto de factores ambientales, físicos, biológicos, o como consecuencia de las actividades humanas.

En Venezuela, específicamente en el municipio Colón del estado Zulia, tenemos el privilegio de contar con un Banco de Germoplasma de Cacao Criollo Porcelana, siendo el único laboratorio natural en el mundo que cuenta con una superficie de 6 hectáreas de esta valiosa variedad de cacao. 

El Cacao Porcelana es una variedad de cacao criollo admirado por su aroma, sabor y color, con el que se elaboran chocolates de altísima calidad en Venezuela y el mundo, que se caracterizan por ser de tono claro, fragantes y muy delicados. Este cacao ha sido cultivado durante siglos en la región de las montañas venezolanas, alrededor del Lago Maracaibo.

Se le llama “Porcelana” por dos razones, la primera es que contiene un mayor contenido de grasa, y la segunda es que el haba es completamente blanca. Cuanto más grasa contenga el cacao de mejor calidad es, ya que posee más flavonoides y vitaminas, así como aceite omega 3, omega 6 y omega 9. Se diferencia de otras variedades en que no es astringente y añade delicadeza y dulzura al chocolate.

Además del Cacao Porcelana, Venezuela es reconocida por producir otras variedades de cacao fino de aroma con excelentes características organolépticas a partir de variedades de tipo Criollo y Trinitarios, muy solicitados en el mercado internacional para la producción de chocolates. 

Preservar las variedades de cacao que se dan en nuestro país, en especial aquellas de gran valor en el mercado y con potencial para elaborar chocolates de altísima calidad, es sin duda una tarea importante y prioritaria a la que debemos abocarnos como venezolanos. 

Además, conservar la diversidad del cacao y de otro tipo de plantas en todos los niveles de complejidad (genes, individuos, poblaciones, especies o ecosistemas), es indispensable para mantener y restaurar el equilibrio ecológico en paisajes que han sido transformados por la mano humana a lo largo de la historia.



    Identificarse dejar un comentario
    EL CACAO: La gran herencia de los Dioses